Pueblos mágicos de Michoacán.
- dian-cris
- 18 abr 2021
- 4 Min. de lectura
“Caminos de Michoacán y pueblos que voy pasando, si saben en donde está, por qué me la están negando, díganle que ando en Sahuayo y voy pa' ciudad de Hidalgo...” Esta era la canción que traía en mi mente todo el tiempo y que aún recuerdo con emoción. Cómo olvidar los mágicos y surrealistas caminos boscosos de Michoacán. Una joya de México, cultural y natural.
Nuesta misión era recorrer la mayor cantidad de pueblitos mágicos y es que este bello estado es uno de los que más de estos en su región. Por lo que comenzamos por Angangueo, seguido de Tlalpujahua, Cuitzeo, Pátzcuaro, Tzintzunzan, Santa Clara del Cobre y Tacámbaro.

En un camino lleno de maravillas, naturaleza, frescura y colores, nos adentramos y sentimos orgullosos del bello esplendor de México en Michoacán. Nunca había cantado una canción mexicana con tanto fervor, pero sin lugar a dudas, este hermoso estado lo ameritó.
Y así es como decidimos conocerlo y lo recomiendo abiertamente:
Rentar un carro siempre será la mejor opción para ahorrar tiempo principalmente y también dinero.
Tomar la carretera libre. De esta manera te evitarás grandes cuotas y el paisaje es encantador.
No reservar ningún hotel y llegar a dormir en el pueblito que desees a la hora que quieras. Algunos pueblos son muy rápidos para conocer y otros te tomarán más tiempo. Mejor quédate en el pueblito que desees según lo que conozcas.
Angangueo. Nuestro primer pueblito mágico y el sitio oficial de la mariposa monarca. El santuario es parada obligada. La entrada te sale $100 pesos por persona en época de pandemia, pero regularmente tenía un costo de $50 pesos. Un guía especializado en la zona te mostrará el camino y también puedes elegir un viaje en caballo, por tan solo $150 más. Las cámaras son permitidas siempre y cuando no uses flash. La experiencia de ver a las mariposas es simplemente maravillosa, pero el paisaje boscoso por sí mismo ya vale la pena por completo. Al terminar tu recorrido encontrarás muchos locales para comer platillos típicos de la región. Además de que es el sitio perfecto para comprar tus souvenirs, ya que tienen cositas súper preciosas. Si tan solo esto no es suficiente, te invito a caminar el pueblito mágico, te llevará no más de 30 minutos, es de los más pequeños, pero la experiencia será única. En lo particular amé una de sus calles que te cuenta la historia del pueblo por medio de murales y una bella fuentecita al final. El lugar ideal para una buena fotito. Además de ser un paraje romántico.
Tlalpujahua. Uno de mis pueblitos predilectos. El colorido de sus calles es encantador. Su villa de Santa te devolverá a tu niñez, su iglesia se convirtió en una de mis favoritas. Además de todo, el pueblito está rodeado de bosque, lo cual te regala un paisaje mágico y surrealista. Y si eres extremo, amarás saber que tienen opción a tirolesas. Lamentablemente el tiempo no logró que nos subieramos, pero se ve increíble. De verdad que me encantó este pueblito.
Cuitzeo. Su iglesia es muy bonita y los camarones con coco te gustarán.
Pátzcuaro. Siempre había querido conocer este bello lugar y definitivamente superó mis expectativas. Es mágico de pies a cabeza, de día y de noche. Con sus hermosas tejas rojas y el clásico blanco y rojo de los pueblos Michoacanos. Querrás volver sin duda y te hará falta tiempo. Uyy, te súper recomiendo un hotel frente a la plaza Vasco de Quiroga. Mi favorita, así como desayunar en la plaza central al aire libre y cenar en la terraza de Antonia, que además de ofrecerte la mejor vista, te regala unos de los sabores más deliciosos y auténticos de la zona.
Tzintzunzan. Uno de los mejores lugares para comprar hermosas artesanías y conocer árboles antiquísimos que te dejarán sin palabras.
Zirahuen. Aunque no es un pueblo mágico, es parada requerida. Su lago es cautivador y su leyenda es una de mis favoritas. Uno de los mejores días los pasé en el hotel Turijandi, ya que su vista hacia el lago es simplemente fenomenal y las comodidades del hotel y cabañas son memorables.
Santa Clara del Cobre. A pesar de ser pequeño, es muy agradable. No puedes irte de allí sin cargarte de sus bellas artesanías en cobre. Yo amé las pulseritas.
Tacámbaro. Un pueblito acogedor y único. Cerca de él encontrarás una laguna preciosa que te hará pasar un buen rato y sentir genial. Pasar una velada en su única terraza frente a la plaza principal, acompañada de música en vivo y rica comida, es una de las mejores cosas que puedes hacer y que te hará llevarte sin duda un recuerdo único de este lugar.
Morelia. Ya que estás en Michoacán, debes escaparte a Morelia. Definitivamente no es un pueblito, sino la bella ciudad rosa de Michoacán. Su arquitectura, iglesias, acueductos y calle del amor, te harán querer volver si lo tuyo es la ciudad y la arquitectura. Para mí, lo mejor de Michoacán son sus encantadores y pintorescos pueblos y caminos boscosos. Pero Morelia tiene su encanto. Lamentablemente por el covid, la mayoría de lugares estaban cerrados.
“A Uruapan iré a buscarte, Tacámbaro y Pedernales, Pátzcuaro y Villa Escalante, también Ario de Rosales, a ver si logro encontrarte para remediar mis males...”
Espero haberte dejado con las ganas. Porque vivir y sentir Michoacán es una experiencia inolvidable. Déjate volar y disfrutar en sus hermosos paisajes y quien quite que quieras volver.
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